Atraco al furgón blindado es un magnífico ejemplo de cine negro de serie B: seca, directa y sin grasa. Fleischer imprime un ritmo impecable en apenas una hora, apoyado en una puesta en escena funcional, una fotografía de claroscuros muy bien trabajada y un suspense que crece escena a escena, especialmente en el control policial y la persecución final. No hay psicología profunda ni moralinas, solo crimen, método y consecuencias, con un William Talman frío y calculador que domina la función. Cine conciso, eficaz y sorprendentemente moderno, cuya influencia posterior se deja notar sin esfuerzo.
Runner es una película que se vive más que se ve: 87 minutos de ansiedad casi continua, cámara en movimiento y respiración contenida. El mayor acierto está en su protagonista, con una actuación física y emocional impresionante que sostiene todo el peso del relato y transmite agotamiento, amor y desesperación sin necesidad de explicaciones. El enfoque es honesto y coherente con lo que quiere contar, aunque la fórmula termina resultando algo repetitiva y la intensidad constante acaba jugando en su contra. Impacta, se recuerda, pero deja la sensación de que podría haber afinado más su recorrido. Nota: 6/10
Las lecciones de Blaga es un drama seco e incómodo que va creciendo poco a poco hasta dejarte tocado, no por giros ni subrayados, sino por la sensación de inevitabilidad que lo atraviesa todo. La película observa sin juzgar cómo una mujer de moral firme empieza a resquebrajarse cuando el sistema deja de ofrecerle salida, y lo hace con una sobriedad muy efectiva. Eli Skorcheva está enorme, sosteniendo el film casi en solitario con miradas y silencios que transmiten vergüenza, orgullo herido y desesperación contenida. El final es coherente y duro, sin consuelo ni redención, y deja una idea clara: hay momentos en los que la dignidad, por sí sola, no basta para sobrevivir. Nota: 8/10