Cartoon Network tiene grandes joyas escondidas y ‘Más allá del Jardín’ es una de ellas.
Es cierto, que en varios momentos de la historia, todo va demasiado rápido y te cuesta asimilar todo. Sin embargo, en solamente 10 capítulos, con una duración de 11 cada uno, consigue expresar más sentimientos que muchos de los títulos que tenemos actualmente en emisión.
Aunque, debo comentar algo negativo, pues según he hablado con personas… pensaba que la serie iba a ser más oscura.
Y sí, dependiendo del momento, podríamos encontrarnos escenas bastante oscuras y tenebrosas, pero uno de los hermanos le quitaba seriedad al asunto, dándole un toque personal que me gustó bastante.
Además, nos encontramos con un giro argumental llegado al final, que no me esperaba ni lo más mínimo, que podría haber sido una basura, sin embargo, me gustó. Ya que le da un toque de realismo adolescente y termina por dejar la fantasía de lado.
Pues diría que lo mejor de toda la series es la historia, por cómo está hilado sin dejar nada a la imaginación del espectador.
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Una completa maravilla.
Cartoon Network tiene grandes joyas escondidas y ‘Más allá del Jardín’ es una de ellas.
Es cierto, que en varios momentos de la historia, todo va demasiado rápido y te cuesta asimilar todo. Sin embargo, en solamente 10 capítulos, con una duración de 11 cada uno, consigue expresar más sentimientos que muchos de los títulos que tenemos actualmente en emisión.
Aunque, debo comentar algo negativo, pues según he hablado con personas… pensaba que la serie iba a ser más oscura.
Y sí, dependiendo del momento, podríamos encontrarnos escenas bastante oscuras y tenebrosas, pero uno de los hermanos le quitaba seriedad al asunto, dándole un toque personal que me gustó bastante.
Además, nos encontramos con un giro argumental llegado al final, que no me esperaba ni lo más mínimo, que podría haber sido una basura, sin embargo, me gustó. Ya que le da un toque de realismo adolescente y termina por dejar la fantasía de lado.
Pues diría que lo mejor de toda la series es la historia, por cómo está hilado sin dejar nada a la imaginación del espectador.