David nos hace conmover y empatizar con personajes que a priori evitaríamos por la calle. Se nota la madurez del director y los medios de los que dispone (ya era hora que apostaran por él y su equipo). Aquí se mezcla humor y drama, a veces limpias una lágrima mientras ríes, creo que eso es la vida y David sabe contarnos las historias. Personajes entrañables a pesar de su condición, fotografía excelente y llena de símbología, uso inteligente de los colores... En fin, ¿qué voy a decir de estos, si me tienen el corazón ganado desde que soy un adolescente?