Mientras escribo estas líneas para plasmar mi impresión sobre esta obra de arte de Ridley Scott estoy escuchando la extraordinaria banda sonora de esta película, otra obra de arte,. Scott se ha convertido en un espectacular narrador de historias, y quizás esta sea la mejor de todos, y van unas cuantas.
Muchos pequeños detalles, del gran elenco de actores que participan en esta película, desde que cada vez que Crowe va a entrar en batalla se agacha para recoger la tierra donde se va a jugar la vida, quizás por última vez, a la apasionada pasión que tiene Oliver Reed (q.e.p.d.) en esta su última película por su "profesión" de gladiador, a la entrada por primera vez en el Coliseo de los gladiadores y como se quedan impresionados por la grandeza de la obra atestada de gentes, hasta el trabajo de un Joaquin Phoenix que se hace francamente odioso y al que todos desearíamos asesinar, hasta la belleza de Connie Nielsen, actriz siempre infravalorada.
Impresionante, como casi siempre Crowe en el papel por el que siempre será recordado, y su mentor, el gran Richard Harris también recordado por su gran obra interpretando al ingles capturado por los sioux de "Caballo", y Derek Jacobi, el senador que conspira para erradicar el imperialismo y conseguir que fuera la República la que gobernara a través del senado en el nombre del pueblo.
En definitiva, película de matrícula de honor para guardar en la videoteca y cada cierto tiempo revisar, pues siempre te habrás pasado por alto algún pequeño detalle para recordar.