Es una película que ofrece una exploración profunda de temas complejos relacionados con el consentimiento y el poder. Que nos hace reflexionar en todo momento. No la recomendaría a personas sensibles. La actriz Kim Higelin está soberbia. Lo peor y mejor al mismo tiempo es que está basada en hechos reales.
Qué puta locura es esta película, es lo más repugnante que he visto en mucho tiempo, chapó Kim Higelin por tremendo papel que no habrá sido nada fácil