Necesaria, dura y realista. La ví cuando era adolescente y pensaba que me iba a sentir más identificada o la iba a entender mejor, pero ha sido ahora, 10 años después, cuando me la he vuelto a ver por casualidad y es cuando la he sentido de verdad.
Rae es la protagonista, pero hemos sido, somos y seremos todos Rae alguna vez en nuestra vida. Los miedos, las inseguridades y las dudas nos van a acompañar siempre, pero no tenemos que dejar que nos controlen y nos hagan creer cosas que no son.
Creo que el grupo está muy bien formado, no necesitan a nadie más y cada uno aporta algo diferente que hace que todos se mantengan unidos. La relación con la madre es complicada, pero es muy común enfrentarnos a ellas en la adolescencia, creemos que no nos entienden, pero son las primeras en hacerlo. Por eso sigue estando ahí, pese a los gritos, a los insultos o a los enfados.
Kester y Finn, mis favoritos, desde el principio hasta el final. Y Chloe, al principio la odiarás, pero luego la entenderás y querrás tener una amiga como ella. Ningún personaje deja indiferente y eso es lo que convierte a la serie en una de mis favoritas. Sin olvidarme de la banda sonora, de los temas y del buen gusto musical de los 90/00.
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Necesaria, dura y realista. La ví cuando era adolescente y pensaba que me iba a sentir más identificada o la iba a entender mejor, pero ha sido ahora, 10 años después, cuando me la he vuelto a ver por casualidad y es cuando la he sentido de verdad.
Rae es la protagonista, pero hemos sido, somos y seremos todos Rae alguna vez en nuestra vida. Los miedos, las inseguridades y las dudas nos van a acompañar siempre, pero no tenemos que dejar que nos controlen y nos hagan creer cosas que no son.
Creo que el grupo está muy bien formado, no necesitan a nadie más y cada uno aporta algo diferente que hace que todos se mantengan unidos. La relación con la madre es complicada, pero es muy común enfrentarnos a ellas en la adolescencia, creemos que no nos entienden, pero son las primeras en hacerlo. Por eso sigue estando ahí, pese a los gritos, a los insultos o a los enfados.
Kester y Finn, mis favoritos, desde el principio hasta el final. Y Chloe, al principio la odiarás, pero luego la entenderás y querrás tener una amiga como ella. Ningún personaje deja indiferente y eso es lo que convierte a la serie en una de mis favoritas. Sin olvidarme de la banda sonora, de los temas y del buen gusto musical de los 90/00.