Todo lo que lleve el sello de los Looney Tunes, significa que va a ser un producto loco, donde muy pocos personajes tendrán la capacidad de ofrecer datos lógicos.
Pues así ha sido Looney Tunes. El día que la tierra explotó, nos encontramos con el Pato Lucas y Porky, los cuales deberán salvar la tierra de un alienígena.
La película es muy bizarra, con situaciones típicas del Pato Lucas, esencia que nunca se pierde, y un Porky coherente, pero con la mente en las nubes.
La animación que acompaña a esta historia tan loca es increíble y disfrutable, que acompaña perfectamente al ritmo desenfrenado de estos dos personajes.
Durante toda la trama, veremos un giro de guion, por raro que suene. No todo es lo que parece y eso ayudará a que el espectador no se canse de tanta tontería junta y, con ello, dará paso a una evolución necesaria tanto en Lucas como en Porky.