Cine de acción elevado a la máxima potencia, donde el espectador no se puede permitir un respiro pues la escenas se encadenan las unas a las otras y no te queda más que digerir el extraordinario espectáculo visual al que nos enfrentamos, todo ello aderezado con una potente banda sonora original para una de las mejores películas de acción de la historia que tiene ya veinte años y al que pocas se le han acercado en todo este tiempo a pesar de los avances técnicos en la industria audiovisual.
Michael Bay, quizás en su mejor película, se convierte en el director de orquesta, donde además del elenco de actores que por sí sólo tienen el efecto llamada del público, además los sitúa en la prisión de Alcatraz, con el morbo que dicha localización nos sugiere a todos. Papelón del gran Sean Connery, en su último papel de espía británico, acompañado del siempre correcto Ed Harris y de un Nicolas Cage que venía de filmar su mejor éxito, "Leaving Las Vegas", y que apuntaba muy alto.
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Cine de acción elevado a la máxima potencia, donde el espectador no se puede permitir un respiro pues la escenas se encadenan las unas a las otras y no te queda más que digerir el extraordinario espectáculo visual al que nos enfrentamos, todo ello aderezado con una potente banda sonora original para una de las mejores películas de acción de la historia que tiene ya veinte años y al que pocas se le han acercado en todo este tiempo a pesar de los avances técnicos en la industria audiovisual.
Michael Bay, quizás en su mejor película, se convierte en el director de orquesta, donde además del elenco de actores que por sí sólo tienen el efecto llamada del público, además los sitúa en la prisión de Alcatraz, con el morbo que dicha localización nos sugiere a todos. Papelón del gran Sean Connery, en su último papel de espía británico, acompañado del siempre correcto Ed Harris y de un Nicolas Cage que venía de filmar su mejor éxito, "Leaving Las Vegas", y que apuntaba muy alto.
Sobresaliente, 9.