Bill Condon se olvida de la acción, que queda en un quinto plano, y sólo nos muestra en esta cuarta entrega un drama romántico basado en la boda y el posterior embarazo, con lo que eso conlleva, de Bella.
Película muy plana, excesivamente hasta decir basta, donde sólo el conocimiento de los personajes y la curiosidad por ver como acaba la historia de amor entre la humana y el vampiro nos mantiene alerta.
Imprimaciones aparte, el nacimiento del bebé nos traerá una nueva aparición de los Volturis, como aparece en los títulos de crédito a la manera de la Marvel, lo que nos induce a ver la última entrega donde al menos veremos algo de acción para compensar tan edulcorado drama.
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Bill Condon se olvida de la acción, que queda en un quinto plano, y sólo nos muestra en esta cuarta entrega un drama romántico basado en la boda y el posterior embarazo, con lo que eso conlleva, de Bella.
Película muy plana, excesivamente hasta decir basta, donde sólo el conocimiento de los personajes y la curiosidad por ver como acaba la historia de amor entre la humana y el vampiro nos mantiene alerta.
Imprimaciones aparte, el nacimiento del bebé nos traerá una nueva aparición de los Volturis, como aparece en los títulos de crédito a la manera de la Marvel, lo que nos induce a ver la última entrega donde al menos veremos algo de acción para compensar tan edulcorado drama.
Suspenso, 4.