Es una película encantadora que se disfruta con ligereza y ritmo ágil, tanto que el tiempo parece volar mientras la ves. Su tono cálido y cercano, más inclinado hacia la comedia que hacia el drama, hace que resulte muy entretenida. Sin embargo, esa misma brevedad deja con la sensación de querer un poco más: habría sido interesante profundizar en el desarrollo dramático de sus protagonistas y explorar con mayor calma sus historias personales.