Sigue la dinámica de la primera con canciones actuales (lamentablemente no conocía bastantes pero es lo malo de oír de los 80 y 90) de igual manera la historia se desarrolla de manera frenética y consigue mostrar que una obra teatral lleva mucho tiempo y personas detrás de lo que puramente se ve sobre el escenario.
Me ha gustado muchísimo, incluso más que la primera. La gran mayoría de las canciones son actuales, divertidas y hacen que, sin darte cuenta, te encuentres cantando con ellos. El elenco estadounidense es maravilloso, como de costumbre.
Por poner alguna pega, diría que a veces ponen demasiado música seguida en escenas que no creo que lo requieran, pero es un mero comentario sin importancia. ¡Muy recomendada!