A pesar de que esta secuela se puede considerar fallida de la joya que fué "En el corazón de la jungla", y que únicamente se distribuyó para el mercado del DVD sin pasar por las salas, el personaje de Thomas Beckett le caló hondo a Tom Berenger, siendo el único que ha repetido en su extensa carrera en varias ocasiones.
Un Beckett jubilado, mutilado en la anterior al cercenarle su dedo índice, el de disparar, es nuevamente reclutado y le devuelven sus galones para ir a ejecutar a un general que sigue asesinando selectivamente a población musulmana tras la guerra de los Balcanes. Le acompaña un asesino que se encontraba en prisión, interpretado por Bokeem Woodbine, actor que me gusta y que siempre realiza convincentes papeles.
Acción y precisión en los disparos, cuando la misión lleva a otra encubierta, donde incluso se justifica el pòrqué ciertos soldados se convierten en meros asesinos de sus semejantes, eso sí, legalizados por ser militares y hacerlo a través de las mirillas de sus fusiles, donde una bala se corresponde con una vida.
Sólo aprobado, 5.