Buena premisa y primera parte donde nadie confia en nadie hasta que la niña se descubre como vampira y se inicia un juego de gato y ratón que en muchos momentos se hace un poco largo.
El final desde luego cambia completamente el rol de la pelicula con una lucha de vampiros, traiciones, huidas que la propia pelicula se pierde en ese momento.
Destaco la actuación de Alisa Weir como esa vampira contorsionista y endiablada, y Melissa Barrera como la principal presa de unos y de otros; y como punto negativo el asunto de la luz exterior que en muchos momentos habia luz por una ventana, estando de noche, y luego en imagenes de exteriores efectivamente se remarca que es de noche.
Pelicula para pasar miedo un sabado noche