Ahora que nos encontramos en España con el populismo, de derechas y de izquierdas, a la hora de hacer política, me encuentro con esta producción de quizás el mejor narrador de historias, Raoul Walsh, que basándose en una novela de Adria Locke Langley sobre un buhonero sureño que tenía un gran don de gentes y con su verborrea conseguía atraer y convencer a la gente, tanto como para prácticamente conseguir salir como gobernador electo.
Pero en política no es todo limpio, y la corrupción ronda siempre al poder político, la corrupción y una desmedida ambición y falta de valores, intentando hacer de lo público la apropiación indebida para lo privado, dejando los ideales, las convicciones e incluso a tus vecinos y amigos para lograr un cargo político para cumplir bastardas pretensiones que finalmente, como debe ser y debería ser en todos los casos, se vuelven contra ellos y acaban con sus huesos en prisión o en la tumba.
Con la presencia de la secretaria del gran Perry Mason, Barbara Hale y Anne Francis en el triángulo amoroso que cierra el buhonero metido a candidato a gobernador, James Cagney , en otra de sus sobreactuaciones que tanto prodigaba.
Notable, 7.