Historia verídica de un secuestro, el del joven de 16 años Jean Paul Getty, nieto del hombre más rico del mundo y de la historia en 1.973 cuando se produjo del que heredó el nombre, y que por su temible codicia y mezquindad perdió uno de sus apéndices auditivos, historia que dió la vuelta al mundo.
Ridley Scott, con la maestría que le caracteriza, dirigió esta película que contaba un escándalo y en la que le sobrevino otro, la denuncia sobre el depredador sexual Kevin Spacey que interpretó al avaro millonario y que con la película prácticamente acabada tuvo que sustituirlo por Christopher Plummer que en un par de semanas realizó una magistral interpretación por la que fue nominado como mejor actor de reparto a los Oscar de ese año, aunque finalmente no lo consiguió.
Destacar la actuación de la verdadera protagonista de la cinta, Michelle Williams que dejó en la sombra a Mark Wahlberg, con una soberbia interpretación de esta actriz que siempre estuvo en un segundo plano hasta ahora.
Como Ridley Scott no cuenta el final de la historia, lo haré yo. Tres años después de la liberación del nieto del hombre más rico del mundo en ese momento, su madre le sugirió que llamara a su abuelo para agradecerle que pagase el rescate pero el viejo mezquino se negó a hablar por teléfono con su nieto y murió en 1976.
Murió el 5 de febrero de 2011 en su casa, a la edad de 54 años. El tercero de los Getty estaba en silla de ruedas desde 1981 cuando una sobredosis de drogas le provocó un ataque cerebral que lo dejó severamente paralizado, incapaz de hablar y parcialmente ciego.
Notable, 7.