Un buen ejemplo de cómo reírse de un colectivo pero de una forma muy cariñosa en su fondo.
Se nota que aquellos que forman parte del equipo de producción son del sector. Esto permite la mirada amable a este universo.
El formato de falso documental es interesante, pero a veces queda desdibujado y podría haber sacado muchos más prismas.
Sorprenden las canciones originales, debo decir, así como la interpretación de les niñes. Sin duda se percibe el buen ambiente y disfrute de la grabación y eso, al final, se trasmite.
Una película feel good que sin duda se disfruta a carcajadas si eres un poco freak del mundo teatral.