J.J. Abrams deja la dirección en manos de Justin Li, aunque sigue produciendo la nueva saga de Star Trek, y el nuevo director dota de mucha más acción y dinamismo la saga, aunque con un guión más confuso y sin la limpieza de las explicaciones y las presentaciones de Abrams, por lo que la nota debe bajar, aunque sea mínimamente.
Homenajes a dos actores, uno inmortal, eterno, el vulcano más conocido y que durante casi medio siglo encarnó al vulcano más conocido y querido, D. Leonard Nimoy, fallecido, así como Anton Yelchin, nuestro ruso particular, al que la puerta de su garaje le segó la vida.
Sigue Justin Lin las pautas marcadas por Abrams, dejando sus minutos de protagonismo y gloria a todos y cada uno de los actores y personajes del Enterprise, más bien a los que componen el círculo del Capitán Kirk, y a pesar de lo confuso del guión, con demasiados paralelismo con las dos producciones anteriores de esta nueva era del trekking, en cuanto a villanos que vienen del pasado y su desmedida perfidia por acabar con la tierra, malvados muy bien representados e interpretados por grandes actores, pasando de un excepcional Cumberland, a un extraordinario Idris Elba, escondido entre las capas y capas de maquillaje, por lo que fue nominada a los Oscar.
Recomendada para los amantes de la ciencia ficción y de esta saga inmortal.
Notable, 7.