Oliver Stone se lanza a otras de sus cruzadas ideológico-políticas-sociales sobre el tráfico de estupefacientes entre el Estado de México y los EE UU, y lo hace desde el punto de vista, muy original sin duda, de un trío bien avenido compuesto por un soñador influenciado por el budismo, pacifista, amante de las obras sociales y el descubridor de la mejor Marihuana del mercado que ellos mismo cultivan dentro de las fronteras estadounidenses, Aaron Taylor-Johnson, acompañado por un duro ex miembro de las fuerzas especiales totalmente opuesto a él y amigos de la infancia, Taylor Kitsch, cerrando el trío la preciosa Blake Lively, que se lo monta con los dos arbitrariamente.
Vivían pacíficamente en la costa hasta que un duro cartel mexicano se interesa por su negocio encabezados por la siempre atractiva Salma Hayek que cuenta con su lugarteniente Benicio del Toro.
Duros asesinatos, torturas, vejaciones, secuestros, balas y sangre, corrupción, violencia gratuita en torno al tráfico de estupefacientes que nos ofrece Oliver Stone de la manera más descarnada, como siempre hace en sus producciones, aunque en esta ocasión lo riega con alguna dosis de buen humor para aplacar la tensión siempre creciente del film.
Esta vez no le ha salido al gran Oliver Stone una obra redonda, más bien lo contrario. Pero se deja ver sin duda.
Notable, 7.