Dramedia con un genial Gonzalo de Castro que en 4 episodios que abarcan unos veinte años nos muestra a un abogado de cierto éxito que tras heredar de su padre un buen capital se dedica a vivir a su libre albedrío, eso sí, atando muy corto a sus hijos a los que trata de imponerse en todo.
Como la vida misma, en esos veinte años la vida fluctúa, igual que los mercados, y con la crisis decenal que todavía está dando sus últimos coletazos en España, y sin el independentismo catalán a Dios gracias durante el desarrollo de la serie, nos muestra aquella Barcelona de la crisis, de los productos financieros fallidos que arruinaron a tantos y tantos españoles donde los accionistas de los bancos salieron indemnes con el rescate estatal de las Cajas de Ahorro públicas, aunque sus gestores las tuvieran como sus cotos privados para hacerse millonarios a costa del sufrimiento de sus clientes.
Genial serie con una más que estimable dirección de Mar Coll y donde sus principales personajes brillan con luz propia, elaborando un producto original y cercano.
Interesante, 6.