Thriller de investigación criminal donde la única superviviente de una masacre familiar de la que acusó a su hermano mayor, siendo una niñita, y aunque no existían pruebas concluyentes fue condenado en virtud de denuncias incoherentes, en ese país de caza de brujas que es EE UU donde se asociaba el satanismo con el rock duro o el heavy metal y la juventud que lo escuchaba y seguía su estética, se pone a investigar la realidad de los hechos financiada por una de esas organizaciones de defensa de asesinos en serie que también pululan por ese vasto país.
Charlize Theron es esa niñita que es el hilo conductor de esta adaptación realizada por el propio director, Gilles Paquet-Brenner de una novela de la autora de "Perdida" Gillian Flynn, aunque no llega a darle el ritmo y la profundidad que consiguió David Fincher, y junto a Chloe Grace Moretz y la siempre exuberante Christina Hendricks nos recrean a través del siempre socorrido flashback lo que realmente ocurrió.
No acaba de llenarme, aunque tiene una resolución más que interesante y sorprendente. Mi nota, un 6.
Versión cinematográfica de la novela del mismo nombre o la llamada del kill club, se ajusta de promcio a fin a la novela, gran película realmente. De las pocas que todo es igual que lo que se escribío antes. Muy recomendable