Y Stallone lo ha conseguido sin duda. Acción, pura y genuina acción. Volvemos al género olvidado a cambio del glamour de los dramas y de los premios, de las críticas sesudas, de la corrupción y de los dramas políticos a la búsqueda del poder, de las comedias románticas y de la ciencia ficción apurando los efectos especiales y las nuevas tecnologías, pero ¿dónde estaban las denostadas películas de acción?.
Muchos crecimos con estas películas y con estos actores, cada uno de nosotros tenía sin duda a sus favoritos y un buen puñado de los títulos de cada uno en nuestros viejos VHS que guardábamos como oro en paño para matar aquellos ratos de aburrimiento, o de frustración, incluso de desamor cuando nuestra chica miraba hacia otro lado y encontrabas la soledad suficiente para enchufar tu vídeo y ver a Rocky, a Rambo, esa Jungla de Cristal o al Terminator sin que nadie te lo reprochara, sin que nadie te criticara por ver violencia gratuitas, explosiones y muertes a mansalvas, donde el guión no era lo importante, pero cuando lo tenía, y muchas lo tenían, como ese Depredador que se me viene a la cabeza, le dábamos nuestra matrícula de honor mientras las críticas puristas suspendían película tras película que a nosotros nos encantaban, y que corríamos al cine a ver a la menor oportunidad.
Un lujo, Stallone ha conseguido reunirlos a casi todos, y es un placer verlo. El guión no ha estado muy elaborado, y por eso tengo que hurtarle la matrícula de honor. Pero el sobresaliente, el 9, no se lo quita nadie.