Hacía quizás demasiado tiempo que Mel Gibson no se ponía detrás de la cámara. Sus problemas con su esposa y con gran parte de la sociedad americana que le recriminaba agriamente su comportamiento le dejaron en un ostracismo del que quizás se haya liberado con la realización de esta película.
Historia real sobre el objetor de conciencia Desmond Doss, que fiel a sus creencias religiosas se oponía firmemente a coger un arma, aunque la fidelidad por su país le hizo presentarse como voluntario como médico de combate participando en una de las batallas más cruentas del Pacífico previo al lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
Gibson narra su historia desde dos puntos de vista diferentes, una primera parte que es prácticamente un biopic de la vida del héroe, y otro donde narra con todo lujo de detalles la sangrienta batalla donde los japoneses, lejos de rendirse y fieles a su cultura ancestral se sacrificaron hasta el último hombre en defensa de su tierra y de su emperador. Tremendas escenas, desgarradoras imágenes cercanas a una película de terror sobre la realidad de la guerra, las tremendas heridas, las mutilaciones, la muerte...
Ha vuelto con fuerza Mel Gibson, y yo que me alegro. Se le echaba de menos.
Sobresaliente, 9.
INCREÍBLE. De las mejores películas sobre la II GM que he visto. Cruda, realista y dura.
En cuanto al personaje de Garfield,
me parece increible que pueda estar basado en una persona real. No sé como una persona puede afrontar una situación tan cruel, como fue la segunda guerra mundial con esa valentía, que escribiendo esto en estas fechas con la invasión de Ucrania por Rusia seguramente algún ejemplo de valor igual encontraríamos. Chapó por la actuación de Garfield, que nos muestra la fé del personaje y lo desolador que es un campo de batalla.
Está claro que Mel Gibson otra cosa no, pero indiferente no te deja.
Difícil aconseguir una pel·lícula èpica centrada en un objector de consciència, però Mel Gibson ho aconsegueix. Molt bones les escenes bèl·liques.
Jamás en toda mi vida había sentido tanto amor por una película bélica, tenía como un dios a salvar a el soldado Ryan pero después de ver esta, pff me he echado a llorar de lo bonita que es, y esas tomas de cámara que tienen, madre mía son impresionantes.
Menuda llorera. Este actor tiene un yo que sé qué que transmite una ternura especial y yo me muero del amor.