Sensibilidad a flor de piel en esta historia sobre un campo de concentración japonés en la Isla de Java en plena II Guerra Mundial, que tiene como punto diferenciador de otra muchas que hemos visto, que está realizada por japoneses sobre la especial idiosincrasia de este pueblo, de su sentido del honor, la disciplina, y la gloria al más puro estilo nipón, pero su celo oculta una homosexualidad reprimida ya que desvelarla le reportaría la ignominia absoluta.
Dirigida por Nagisa Oshima, con la excepcional banda sonora de Ryuichi Sakamoto, el actor que interpreta al comandante del campo que se enamora de David Bowie bajo la atenta mirada de Tom Conti, "Mr. Lawrence", el único que hablaba japonés y que intentaba poner cordura en su mediación entre japoneses e ingleses.
Dura, emocionante, cruenta, y sensible, entrañable, distinta. No cabe duda de que los japoneses ven la vida de una manera muy diferente a los occidentales, y como tal lo plasman en sus obras.
Notable, 7.