Sin duda una obra maestra. Jamás Jonathan Demme volverá a dirigir con esta maestría una película, llevando a sus actores principales, Jodie Foster a una de sus mejores interpretaciones de la historia. El miedo, la ansiedad, el streess, con los sentidos aguzados cuando se queda a oscuras, es sublime, lo sentí con ella y tras media docena de visionados, aún lo sigo sintiendo. Lo de Anthony Hopkins es magistral e irrepetible, este extraordinario actor se supera en el papel de Hannibal Lecter. Gran adaptación de la novela, también muy recomendable, aunque los diálogos y los rostros entre Foster y Hopkins perdurarán en la memoria. Esta obra de arte sólo puede ser calificada con la matrícula de honor. Calidad a raudales para una película irrepetible.
El silencio de los corderos no es solo un thriller, es un juego mental que te deja pensando mucho después de que terminan los créditos. Anthony Hopkins como Hannibal Lecter es pura genialidad: inquietante, carismático y completamente inolvidable. Y Jodie Foster, como Clarice Starling, logra un equilibrio perfecto entre vulnerabilidad y fuerza, siendo el corazón de esta historia.
La película es oscura, intensa y te mantiene en tensión todo el tiempo. Los diálogos son oro puro, y la química entre los protagonistas es de otro nivel. Si te gustan los thrillers que te atrapan de principio a fin, esta es un must.