Película sobre la vertiente humana de los soldados, sean del bando que sean, con sus miedos, sus virtudes y sus defectos, pero todos con la conciencia de que la guerra no es buena y que quieren sobrevivir a ella.
Edward Dmytryk nos presenta los dos bandos, los nazis con Maximilian Schell como máximos exponente del terror y la barbarie nazi, y Marlon Brando, un alemán que ama su patria pero no al nazismo imperante, rebosando humanidad en otra gran actuación del divo.
Por la parte americana, un gran Montgomery Clift acompañado por Dean Martin en el protagonismo, aunque entre ambos actores hay notables diferencias a la hora de interpretar.
Dramón bélico bastante desconocido para el gran público al que las televisiones no le han hecho mucho caso, y sólo la curiosidad me ha llevado hasta él, y no me arrepiento en absoluto.
Notable, 7.