Ambientada en el mítico mundo de los rudos vikingos y los dragones salvajes, y basada en el libro infantil de Cressida Cowell, esta comedia de acción narra la historia de Hipo, un vikingo adolescente que no encaja exactamente en la antiquísima reputación de su tribu como cazadores de dragones. El mundo de Hipo se trastoca al encontrar a un dragón que le desafía a él y a sus compañeros vikingos, a ver el mundo desde un punto de vista totalmente diferente.
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Aunque estéticamente está muy bien y es imposible no enamorarse de los dragones, a mí el mensaje que transmite del trato a los animales no me gustó nada. Spoiler Se ha ocultado el texto para evitar spoilers, pulse en este mensaje para mostrarlo.Se supone que una película del 2010 debería transmitir un mensaje de respeto a los animales y acabar, por ejemplo, con los humanos y los dragones luchando como iguales contra el dragón grande, para que al final los humanos acabaran viviendo tranquilos en su aldea y los dragones siendo libres, sin atacarse los unos a los otros. Mientras que lo que hacen es utilizar a los dragones como meras monturas en batalla, y al final los dragones acaban formando parte de la aldea como mascotas, "como un poni o un loro". Y eso de que creen un mecanismo para que el dragón vuele estaría genial si no fuera porque solo puede volar si lo lleva un humano, es decir, ese dragón sin un humano queda totalmente vulnerable y sin poder volar, aún habiendo sido lisiado por el niño. Si la película fuera de los años 50 no diría nada, pero de una película del 2010 se espera que transmita otro tipo de respeto a los animales.
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