Película antinazi de Fritz Lang, que rodó varias en el mismo sentido plasmando la crueldad y el miedo del que se valían los nazis para gobernar los territorios conquistados y los suyos propios.
Aprovechando el hecho histórico de la destrucción en Noruega de la fábrica de agua pesada en Telemark, mantiene la carrera por conseguir la bomba atómica entre los aliados y los nazis con la certeza de que el primero la consiguiera sería el vencedor de la guerra.
Habida cuenta de que los espías desconocían el material atómico, las agencias de inteligencia se veían en la necesidad de encontrar científicos para apoyar sus misiones, y ahí aparece Gary Cooper para enrolarse como espía, algo que le seducía desde niño.
Lang da mucha importancia a la figura de la mujer, primero con la espía americana que trabaja para los nazís, y luego la partisana italiana, a la que da vida la bella Lilli Palmer, que actúan a un nivel de igualdad con los hombres que para sí quisieran las activistas actuales.
Notable, 7.