No cabe duda que la simbiosis como pareja protagonista de Anthony Hopkins, actor grande como la copa de un pino con decenas de registro, con el cómico Chris Rock, no puede más que producir una película de acción hilarante, sin pausa entre las persecuciones y los disparos, y las carcajadas que te producen las mil y una muecas de este hilarante actor.
Dirigida con solvencia y con oficio por Joel Schumacher, que consigue darle un ritmo trepidante a esta película con un guión muy manido sobre espías en busca de artefacto nuclear de la extinta URSS, que se habría quedado en una película de acción correcta sin más, gana un plus con esa comicidad que implanta en todos sus papeles Chris Rock.
Un notable bajo para esta película, que consigue con creces su misión de distraer y divertir. Un 7.